Por:
Alejandro “El Profe” Bohórquez
#ElProfeDelMetal
Un
saludo metalero. Una pregunta frecuente que se hace en este medio, en especial
entre personas que no se conocen, es en qué momento empezaron a escuchar música
extrema, y es interesante ver lo variadas que suelen ser las respuestas. Aún así
hay tendencias marcadas en las experiencias de vida de cada fan extremo, por lo
general es una persona mayor quien ofrece los primeros acercamientos al Rock,
muchas veces un familiar; ya en algo más fuerte sí suele haber más proximidad
en edad, aunque sigue siendo alguien con un papel de mentor. Otra tendencia muy
interesante, y que quiero discutir en este espacio, es cómo se empieza con una
banda o bandas que tienen una tremenda cercanía con lo Pop y lo comercial, así
luego se desdeñe este tipo artistas y en el fondo se les recuerde con cariño. Y
esta banda la odia todo el mundo.
Tomo
por ejemplo mi propio caso de vida, tuve la fortuna de crecer con mamá rockera
y era habitual poner 88.9 en la radio, como también Surcos del Pop o American
Top 40, pero mi entrada a cosas más fuertes fue con Mötley Crüe. En efecto, la
banda de degenerados famosos por sus excesos, que varias veces eran confundidos
por putas o travestis, que le metían mucho azúcar a sus riffs de Hard Rock/Heavy
Metal, y su fama era oprobiosa para los verdaderos fans del Metal. Sí, lo
admito, es vergonzoso en alguien que se precia de escuchar lo más rápido, lo
más atronador, lo más machacante, lo más distorsionado, y lo más puerco, sea
aún a sus casi 40 años un fan irredento del máximo exponente del Metal de
peluquería, y The Dirt sea de sus películas más repetidas.
Pura
mierda. No me avergüenzo de ello, siendo realmente honesto para una mente
curiosa como la mía esta fue la puerta de entrada para buscar más y más bandas,
y ojalá cada vez más pesadas y ruidosas para satisfacer esa necesidad de una
inyección auditiva de adrenalina, y todo lo que sonará así era Metal, simple y
llanamente (luego descubrí que había distintos tipos de Metal, y que no todo
era Metal sino Punk u otra cosa). Era feliz, y creo que por eso en este
instante de mi vida vuelvo a meter todo dentro del mismo costal, y al demonio
el resto. Así haya bandas nuevas que toquen Glam Metal, o descubra aquellas que
no lograron la fama que aspiraban, no creo que realmente les ponga atención, ya
el sonido perdió su impacto original para mí, pero los Crüe serán los Crüe en
mi historia musical.
Ahora
veo que hay una banda llamada Ghost con una gran parafernalia, pero con una
música que a mí se me hace más bien floja, aguachenta y sin mucho perrenque. Lo
peor del caso, la banda es liderada por Tobias Forge, quien tocara en una
brutal banda de Raw Death Metal con unos álbumes excelentes, pero claramente no
le deben dar ni la mitad de los ingresos que le debe dar Ghost ¿Será que me
sumo a las voces que lo acusan de vendido y a sus fans de idiotas? Puedo
hacerlo, y seguro el señor Forge se secará las lágrimas con sus billetes. Pero
veo algo más: un montón de gente joven que es fan de la banda, de seguro por lo
accesible que es, y no puedo dejar de preguntarme cuántos de ellos luego
querrán explorar bandas y cosas similares, para luego ir por cosas más fuertes,
para así renovar las generaciones de fans que el Metal tanto necesita.
No
creo que le compre ningún álbum de Ghost, de pronto iría a un concierto de esa
banda solo por ver un show, pero desde acá le hago un saludo no solo a ellos,
sino también a Kiss, a Mötley Crüe, y a cualquier banda boleta y comercial que le sirva o haya servido
de puerta de entrada a futuros fans del Metal y demás música extrema. Ya habrá
tiempo para que descubran todas las maravillas de este mundo si así lo desean,
y por lo pronto un servidor estará ahí listo para hacer el relevo generacional.
Mejor tener miradas frescas que quedarnos estancados.
¡Cuernos
arriba!