Por:
Alejandro “El Profe” Bohórquez
#ElProfeDelMetal
Un
saludo metalero. En estos tiempos de encierro parece inevitable transitar por
la avenida de los recuerdos, si a eso se suma que la industria de la nostalgia
desde hace unos años parece pasar por uno de sus mejores momentos, y ahora
tenemos a la mano una arquitectura que no muere y todo lo preserva. Cuando antes
se buscaba la mayor innovación y lo último en tecnología, ahora se busca mantener
las formas originales (cualquiera que estas sean), y que constantemente se
rinda tributo a las leyendas; es lo natural dentro de cualquier tribu urbana según
definición sociológica, y también es cierto que no todos los cambios son
necesarios para mejorar, en el caso de la Música Extrema estoy convencido que
un exceso de pulcritud le quita pesadez. Con esos factores en mente, me llamó
la atención una reseña hecha sobre la banda Aseptic donde era descrita como ‘Cassette
Death Metal’, claramente despertando mi pasión por la taxonomía musical me pregunto
¿estamos ante algo nuevo?, o más bien ¿qué representa esta aseveración?
Si
me preguntan a mí cuál es la tecnología de audio que definió a la Música
Extrema, diría de primerazo y sin dudarlo que fueron los casetes, así haya una
moda nostálgica por los discos de vinilo, los compactos hayan aparecido por la
misma época (y sean mi formato de preferencia), o los mp3 o servicios de streaming
sean lo más actual y práctico. La razón de esto tiene que ver con el ya
mitificado tape trading o intercambio de casetes que ayudó en gran
medida a la difusión de los géneros extremos, no solo en el Metal, sino en el
Punk/Hardcore e Industrial mucho se logró gracias a la en ese entonces novedosa
tecnología. Para muchos, incluyéndome, el primer trabajo de Música Extrema que
se tuvo fue un casete que venía de ser grabado varias veces, y el siseo de
fondo era parte de lo que hacía la experiencia abrasiva para los tímpanos
(quizás de ahí provenga la aversión a la pulcritud mencionada más arriba),
aunque era tremendamente frustrante el daño a la cinta o que el hermanito bebé
jugara con ella.
Consultando
un poco con profesionales de audio allegados, es la compresión de sonido y ese
ruido adicional que otorgan las cintas de los casetes lo que hace que los
sonidos agresivos suenen aún más agresivos, y por eso al día de hoy sea un componente
que active nostalgias o sentimientos retro dentro de los oyentes extremos sin
importar su edad. Llevándolo a lo meta-referencial, lo que distingue a las
bandas que podrían clasificarse dentro del ‘Cassette Death Metal’ es que
tienden a comprimir los distintos estilos de lo que sería clasificado como
Death Metal vieja escuela: la brutalidad floridana, la densidad británica, el thrash
neerlandés, y a diferencia de otros proyectos vieja escuela, toman el
redescubrimiento en la última década del sonido holmiense y sus acercamientos
con el Crust Punk. Por lo que puedo percibir, bandas como Obscene, Asceptic, Mutilate,
Sanctifying Ritual o Torture Rack buscan además de recuperar el sonido sucio de
antaño, hacer contrapeso al sonido “cavernoso” que tanto ha dominado en los
últimos años.
En
ese orden de ideas, se trataría de un subgénero, o por lo menos un estilo, bastante
posmoderno al no solo fusionar otros estilos y apostarle a un actualizado
anacronismo, sino incluso hacer evocación a un soporte tecnológico. El principal
reto de surgir algo consolidado es no quedarse en un simple ejercicio
nostálgico, y que sea lo retro lo que sea su rasgo definitorio porque eso
llevaría rápidamente al inmovilismo; por otra parte, ninguna corriente musical
apareció de la nada, y todas toman de ideas anteriores, lo innovador aparece es
cuando de ese cruce de influencias aparecen nuevas ideas. Por mi parte, sería
muy divertido tener un estilo que vuelva a tener la suciedad y la crudeza como
elementos estilísticos, y sin dudarlo sería uno de sus campeones mientras dure,
ante la reinante pulcritud y lentitud.
Finalmente,
pueda que no suceda nada y aquellos a los que incomoda tanta clasificación dentro
del Metal y de la música en general me digan: “¡Si ve! ¡Se lo dije!”, y
nuevamente haya caído en mi sobreentusiasmo. Agregado a esto, consultando ahora
con mis allegados en musicología, el nombre Cassette sería aparatoso para un género
nuevo, y también una afrenta a los estudios de géneros musicales al basarse en
un soporte (esto último sería muy Punk en mi opinión). Sea como fuere, me
gustaría conocer la opinión de los demás entusiastas de los géneros extremos y
su clasificación ¿estamos ante algo nuevo? ¿es más de lo mismo? “Alejo se le
fueron las luces, deje así”. Bienvenidos todos sus comentarios.
¡Cuernos
arriba!