Tuesday, June 30, 2020

C30, C60, C90


Por: Alejandro “El Profe” Bohórquez

#ElProfeDelMetal

Un saludo metalero. En estos tiempos de encierro parece inevitable transitar por la avenida de los recuerdos, si a eso se suma que la industria de la nostalgia desde hace unos años parece pasar por uno de sus mejores momentos, y ahora tenemos a la mano una arquitectura que no muere y todo lo preserva. Cuando antes se buscaba la mayor innovación y lo último en tecnología, ahora se busca mantener las formas originales (cualquiera que estas sean), y que constantemente se rinda tributo a las leyendas; es lo natural dentro de cualquier tribu urbana según definición sociológica, y también es cierto que no todos los cambios son necesarios para mejorar, en el caso de la Música Extrema estoy convencido que un exceso de pulcritud le quita pesadez. Con esos factores en mente, me llamó la atención una reseña hecha sobre la banda Aseptic donde era descrita como ‘Cassette Death Metal’, claramente despertando mi pasión por la taxonomía musical me pregunto ¿estamos ante algo nuevo?, o más bien ¿qué representa esta aseveración?

Si me preguntan a mí cuál es la tecnología de audio que definió a la Música Extrema, diría de primerazo y sin dudarlo que fueron los casetes, así haya una moda nostálgica por los discos de vinilo, los compactos hayan aparecido por la misma época (y sean mi formato de preferencia), o los mp3 o servicios de streaming sean lo más actual y práctico. La razón de esto tiene que ver con el ya mitificado tape trading o intercambio de casetes que ayudó en gran medida a la difusión de los géneros extremos, no solo en el Metal, sino en el Punk/Hardcore e Industrial mucho se logró gracias a la en ese entonces novedosa tecnología. Para muchos, incluyéndome, el primer trabajo de Música Extrema que se tuvo fue un casete que venía de ser grabado varias veces, y el siseo de fondo era parte de lo que hacía la experiencia abrasiva para los tímpanos (quizás de ahí provenga la aversión a la pulcritud mencionada más arriba), aunque era tremendamente frustrante el daño a la cinta o que el hermanito bebé jugara con ella.

Consultando un poco con profesionales de audio allegados, es la compresión de sonido y ese ruido adicional que otorgan las cintas de los casetes lo que hace que los sonidos agresivos suenen aún más agresivos, y por eso al día de hoy sea un componente que active nostalgias o sentimientos retro dentro de los oyentes extremos sin importar su edad. Llevándolo a lo meta-referencial, lo que distingue a las bandas que podrían clasificarse dentro del ‘Cassette Death Metal’ es que tienden a comprimir los distintos estilos de lo que sería clasificado como Death Metal vieja escuela: la brutalidad floridana, la densidad británica, el thrash neerlandés, y a diferencia de otros proyectos vieja escuela, toman el redescubrimiento en la última década del sonido holmiense y sus acercamientos con el Crust Punk. Por lo que puedo percibir, bandas como Obscene, Asceptic, Mutilate, Sanctifying Ritual o Torture Rack buscan además de recuperar el sonido sucio de antaño, hacer contrapeso al sonido “cavernoso” que tanto ha dominado en los últimos años.



En ese orden de ideas, se trataría de un subgénero, o por lo menos un estilo, bastante posmoderno al no solo fusionar otros estilos y apostarle a un actualizado anacronismo, sino incluso hacer evocación a un soporte tecnológico. El principal reto de surgir algo consolidado es no quedarse en un simple ejercicio nostálgico, y que sea lo retro lo que sea su rasgo definitorio porque eso llevaría rápidamente al inmovilismo; por otra parte, ninguna corriente musical apareció de la nada, y todas toman de ideas anteriores, lo innovador aparece es cuando de ese cruce de influencias aparecen nuevas ideas. Por mi parte, sería muy divertido tener un estilo que vuelva a tener la suciedad y la crudeza como elementos estilísticos, y sin dudarlo sería uno de sus campeones mientras dure, ante la reinante pulcritud y lentitud.

Finalmente, pueda que no suceda nada y aquellos a los que incomoda tanta clasificación dentro del Metal y de la música en general me digan: “¡Si ve! ¡Se lo dije!”, y nuevamente haya caído en mi sobreentusiasmo. Agregado a esto, consultando ahora con mis allegados en musicología, el nombre Cassette sería aparatoso para un género nuevo, y también una afrenta a los estudios de géneros musicales al basarse en un soporte (esto último sería muy Punk en mi opinión). Sea como fuere, me gustaría conocer la opinión de los demás entusiastas de los géneros extremos y su clasificación ¿estamos ante algo nuevo? ¿es más de lo mismo? “Alejo se le fueron las luces, deje así”. Bienvenidos todos sus comentarios.

¡Cuernos arriba!

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